Amethyst [Ficha]

Amethyst Rofl En busca de la verdad del pasado

• Edad: 10 años.
  
• Facción: Residente.
  
• Afinidad: Hielo.
  
• Especialidad: Inteligencia.
  
• Mundo Natal: Ciudad de Paso.
  
• Atracción sexual: Heterosexual.
  
• Apodo: Niño del mechón vivo.
  

Chavalín de estatura media para su edad. Su piel es clara, sus ojos tienen una tonalidad verde. Uno de sus aspectos más destacables es su cabello, de color rubio, que se aclara hasta tornarse blanco en sus puntas. Posee además un mechón que parece cambiar su forma según su estado de ánimo. Eso lo hace más elocuente de lo normal, ya que encima tiene un rostro expresivo.

Incluso para lo joven que es su complexión es bastante endeble. Se cansa rápido al correr y apenas tiene fuerza con los golpes que da, generalmente para defenderse, lo cual le convierte en un blanco fácil para los abusones del barrio.

Tampoco debe ayudar la atípica vestimenta que lleva, basada en una túnica blanca que le llega casi hasta el suelo, con una escueta decoración celeste y amarilla en los hombros y una pequeña capa azul. Lo que destaca de su atuendo es esa suerte de collar que lleva, así como la mochila llena de papel, lápices, gomas y todo lo que crea necesario para dibujar.


Como joven que es se trata de una persona despreocupada, que confía en que todo se puede llegar a solucionar con un poco de empeño y ganas. Le gusta, sin embargo, encargarse de lo suyo sin ayuda alguna y, curiosamente, sabe priorizar. Lamentablemente para él está dotado de poca paciencia, con lo que muchas veces se cansa de algo antes de terminarlo.

Muchas veces se puede mostrar como alguien disperso, aunque eso se debe a la curiosidad innata que tiene todo chico de su edad. Es una persona bastante cotilla, pero que respeta los límites que se le ponen… siempre y cuando se los digas de forma directa y con un tono lo bastante seco y mordaz. Otro detalle a tener en cuenta es que, para su edad, se trata de una persona astuta y aprovecha todas sus cualidades para obtener lo que quiere. Muchas veces solo necesita poner un poco de cara de pena.

No suele ocurrir, pero cuando se enfada tiene muy mal pronto. Además de una agresividad malsana, también parece no darse cuenta de lo que le ocurre a su alrededor cuando ha sido enfurecido. Ahí muestra su verdadero potencial y el peligro que supone sus capacidades mágicas. Por suerte para todos, es fácil tranquilizarle si se sabe manejar.


Amethyst es un chico que nació y creció en Ciudad de Paso, con lo que no sabe apenas nada del exterior. Sus padres le contaron cosas maravillosas de sitios que era incapaz de encontrar. En sus ratos libres se esforzó por buscar en todos los rincones de la ciudad para dar con aquellos parajes, pero no obtuvo ningún resultado.

Fue ese el momento en el que comenzó a tirarles de la lengua hasta el momento en el que supo la verdad de Ciudad de Paso y el por qué de ese ambiente tan melancónico y deprimente que podía llegar a tener; su mundo natal se nutría por la gente que sobrevivía  mundos caídos, y que encontraban allí una nueva oportunidad para vivir.

Eso le hizo querer saber qué había más allá y, a pesar de sus imposibilidades por motivos más que evidentes, se ha dedicado desde entonces a husmear en busca de cotilleos para conocer más acerca del exterior en lo que no puede llegar a esos mundos.  También, en todo ese tiempo, consiguió notas y libros que hablaban de formas de salir de Ciudad de Paso, coleccionados por sus padres antes de establecerse.

En ese momento era lo que Amethyst más deseaba. Pero hay que tener cuidado con lo que sueñas, joven, o tu deseo se cumplirá…

Uno de esos días en los que tenía tiempo de sobra, decidió buscar un buen sitio para pasar el rato con su mayor afición; imaginarse los paisajes de los lugares que visitara su padre y plasmarlos en papel. Estando demasiado entretenido como para darse cuenta de lo que había a su alrededor, los abusones decidieron ensañarse con él, pero se pasaron de la raya al  romper el dibujo que estaba haciendo y ese día estalló. Literalmente. En una vorágine de magia gélida que si bien no causó daños materiales ni personales espantó a esa piara de desgraciados como las gallinas que eran.

Asustado por esas capacidades que mostró tener, decidió no decir nada y reprimir esos poderes para que no salieran a la luz nunca más; era peligroso.

• Familiares: —Keihen (padre)
  —Ángela (madre)
  —Quartz (hermano mayor)
  
• Hobbies: —Dibujar y embobarse mirando las estrellas.
  
• Fobias y miedos: —La destrucción de mundos.
  —Sus propios poderes, por no saber controlarlos.
  
• Objetivos: Llegar a ver lugares que ni siquiera su padre ha conseguido pisar.
  
• Más datos de interés: —Suele acabar metiéndose en problemas y demás fregados por no saber elegir bien sus palabras o suavizar el mensaje que quiere transmitir.
  —Cuando está extremadamente aburrido y sin nada que hacer se pone a silbar o tararear una nana. Para los demás suele sonar atroz o aberrante, pero en él tiene un efecto brutal, pues acostumbra a dormirse a sí mismo cuando lo hace.
  —Su mechón díscolo cambia de forma según su estado de ánimo. Aunque es capaz de esconder en su rostro lo que siente, no domina su pelo, con lo que alguien que sepa el código puede deducir qué le ocurre aunque trate de ocultarlo.
  —Tiene una extraña preferencia por todo lo que es ácido. Se le ha sorprendido a veces comiendo limones con cáscara y todo.
  —Le encanta observar las estrellas y colecciona cualquier objeto que sepa que ha caído del cielo.
  —La mejor forma de calmarle es que alguien ajeno al problema que lo ha encolerizado se le acerque por detrás y le haga cosquillas o le rasque la cabeza. En el primer caso se echará a reír y en el segundo ronronearía cual gato. La furia desaparecería de golpe.